Gamificación: para qué trabajar cuando puedes jugar

La gamificación es un término que empezó a acuñarse a partir del 2012, aunque previamente ya se había utilizado pero no con un trabajo de investigación a sus espaldas.
La gamificación consiste en extrapolar mecanismos, que hasta ahora se habían observado en el mundo de los videojuegos, a ámbitos laborales. Desde la relación con los clientes hasta el trato con nuestros propios empleados.
Por tanto, la persona coge el mando de su propia partida, cuyo personaje principal es él mismo. Con este se pretende motivar la implicación por parte de los públicos y desligar el matiz comercial que engloba a nuestra organización.
Las herramientas utilizadas más comunes son las siguientes:
- Puntos: consiste en acumular puntos con el objetivo de conseguir un premio. Ya puede ser alcanzar un máximo o un mejor premio, es decir, cuantos más puntos, más “deseado” será trofeo.
- Clasificaciones: aquí se explota el afán competitivo, al comparar al individuo con el resto, provocamos que haya un mayor deseo de encontrarse entre los primer puestos.
- Niveles: aquí se premia la implicación que tenga el individuo dentro de la empresa. Cuanto mayor sea su grado de implicación mayores serán los beneficios de los que disfrute, además del reconocimiento intrínseco que se recibe por el mero hecho de avanzar y subir de nivel.
- Respuesta: enviar notificaciones, carta, correo electrónico, etc por reconociendo acciones que hayan hecho en beneficio de la empresa, consiguiendo por su parte un refuerzo positivo.
Hay 4 dinámicas de juego básicas, es decir, todos aquellos valores y aspectos que se quieren añadir a la actividad para que se asemeje todo lo posible a una experiencia lúdica:
- Recompensa: un incentivo por realizar una tarea.
- Estatus: sentirse dentro de una misma comunidad motiva al individuo a seguir participando.
- Reconocimiento: el que nos reconozcan que lo estamos haciendo bien y que estamos siguiendo una buena estrategia nos produce satisfacción.
- Expresión: el jugador va a querer expresarse, dar a conocer su identidad y poder comunicarse libremente.
- Comparación con los demás: a todo el mundo le gusta tener un punto de referencia, aquí es donde entran en juego el resto de participantes. El conseguir escalar puesto en el ranking motiva para esforzarse y dar más de uno mismo.
La Gamificación es una práctica que beneficia a ambas partes. Por un lado, nos encotnramos con un mayor rendimiento por parte d ela empresa y por otro, público más contentos y entregados.
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